jueves, 14 de noviembre de 2019

“QUE CÓMO ME SIENTO? ... “

Una amiga me dijo hoy “si quieres, cuéntame cómo te sientes... quizá no pueda ayudarte pero al menos te desahogas”
Me dejo todo el día pensando: qué le respondo?, cómo le explico en un mensaje de whatsapp?... que cómo me siento?? Un poco más o menos así =

Cuando mis niñas eran pequeñas, adaptarnos a una simple rutina, era complicadísimo!  Podría sonar exagerado, pero siempre sentía que no lo lograríamos.
De lunes a viernes intentaba algo... no se, acostarlas a las 7:00 por ejemplo. El lunes lloraban, el martes con puchero, el miércoles resignadas, el jueves lo aceptaban y el viernes ya empezaban a disfrutarlo...pero entonces llegaba el sábado y ahí, perdíamos todo! Había que empezar de cero el lunes otra vez... y así me pasaba con muchas cosas: comidas, esfínteres, hora de dormir, hora de despertar, etc

Brinque esa etapa (como muchas otras) sin percatarme que ya había pasado. Pero hoy estoy llena de rutinas. Rutinas que no son para mi... son familiares, son para mis hijas... Cosas que empecé haciendo por amor, por consentir, por que creí que así debía ser y hoy, se han vuelto todas mis obligaciones...
La rutina agota, fastidia, se hace monótona, tediosa y deprime! 
Despertar a mis hijas cada mañana, levantarlas de la cama... es un martirio, para ellas y para mi. Las llevo a mi cuarto, les prendo la tele, les preparo el desayuno, las visto, las peino, lavo sus dientes y las correteo, como el coyote corretea al correcaminos (bip-bip) “termina tu desayuno, ponte los zapatos, haz pipí, toma tus vitaminas!!!”... empiezo hablando dulcemente y después de repetir cinco veces la misma cosa, mi tono se va modificando ligeramente hasta llegar al grito histérico... todas las mañanas, de lunes a viernes (y a veces los fines de semana dependiendo la actividad programada), de 6:00 - 7:10 corro como un hámster en su rueda y mis neuronas giran a 1000 rpm, que no olviden nada, que no falte nada, que la rutina se realice correctamente... 
Es agotador... fisica y mentalmente
Y muchas veces, mis hijas se van enojadas o sentidas conmigo por ser una mamá gritona y gruñona... pero siempre llegan a tiempo, desayunadas, con lunch y tarea listos, bien limpias y peinadas, uniforme casi perfecto... y aquí entre nos, la mayor parte de TODO, lo hizo la mamá gruñona y gritona... 
Cuando mis hijas se van, mi corazón se mantiene taquicardico y mis neuronas continúan girando pensando si no olvidé nada... y a veces ni siquiera ha salido el sol... 
Luego, hay un gran hueco en mi vida... mientras ellas no están... Da igual si lavo, si plancho, si barro, si veo novelas, si me voy al gym, a la estética, de shopping o si me acuesto a dormir... Da IGUAL... si voy o vengo, subo o bajo... da igual!!
Algún día de la semana tengo que ir al súper y comprar todos los “consumibles” de la casa... otro día de la semana, debo cocinar para la familia... esas dos actividades consumen casi por completo mi mañana “libre”... Suponiendo que el día que cocino, lo hago para toda la semana (cosa que no logro hacer nunca) y que el día que voy al súper compro todo lo necesario y no olvido nada que me obligue a regresar otro día (cosa que tampoco sucede nunca), pero suponiendo eso, me quedarían “libres” tres mañanas de la semana, si mis cálculos son correctos... cosa que puede modificarse por “eventualidades” caseras o escolares...
Con este horario, no puedo buscar un trabajo personal, ademas de mi trabajo de mamá 24x7... por lo tanto debo ser una “esposa dependiente” (al menos económicamente)... como no tengo un sueldo propio, tampoco me siento cómoda gastando libremente en mis “chunches y chacharas” o sea, no al shopping... no puedo ir al gym porque física y emocionalmente estoy agotada permanentemente, no voy a la estética porque no tengo ánimos de arreglarme y cuando lo hago durante un “brote hormonal y/o emocional” generalmente SIEMPRE me arrepiento... lo que me queda hacer durante mis mañanas “libres” es dormir... 
Y si, podría pasarme toda la mañana acostada y dormida... y no, no es lo más agradable
Así caí en una mala rutina. Donde me sentía solo un instrumento para cuidar y crecer sanas y felices a mis hijas, con todo lo que eso implica. Caí en una fuerte depresión... me sentí tan enferma, lloraba por los rincones cuando no estaba dormida... pero nadie lo noto. Solo mi mamá porque con ella hablaba diariamente y era mi terapia... nadie mas lo noto y eso me hizo caer aun mas profundo en mi depresión... y solo me mantenía por mis hijas... ellas no tenían culpa de nada y sin duda, sufrirían mucho mi ausencia... ellas son la principal causa por la que me siento así, pero no son las culpables... 

En algún punto me di cuenta de que podía seguir hundiéndome hasta algún triste final, o podía esforzarme por salir a flote... 
Descubrirse sola, cuando uno se cree acompañada... duele
Pedir ayuda y ser ignorada o minimizada... duele
Y, tratar de educar a dos niñas para que sean fuertes, felices, y aprendan a defenderse en este complicado mundo... también duele!!! 

Me obligue a salir de la cama, me obligué a dejar de llorar, me cure de las enfermedades que surgieron a causa del intenso estrés y mis bajas defensas, dejé a un lado esa sensación de que moriría de un infarto en cualquier momento... y aquí sigo... 
pero mi vida sigue siendo igual... 

No importa lo que quiero hacer, siempre hay algún pendiente antes... pendiente de mamá, pendiente de ama de casa... 
no importa si yo quiero ir a la izquierda, debo ir a la derecha porque para allá tienen que ir mis hijas... que si la natación, que si el baile, que si la fiesta infantil, que si el desayuno, la comida, la cena, la medicina, la curación, la tarea, el baño, que si la vacuna, que si la alergia, el dolor del pie, ahora duele la muela, que si el dermatólogo, que si la posada escolar, que si la actividad fulana o sutana... 

He olvidado lo que me gustaba... he olvidado mi profesión... he dejado de ser yo... 

Y no quiero que NADIE mas venga a bañar a mis hijas, o a hacer la tarea con ellas... no quiero que nadie venga a decirme “en que te ayudo?” ... 
Hoy he olvidado también que es lo que quiero... 

Porque ademas tengo muy claro que esta etapa también pasará, que mis hijas crecerán tan rápido que mañana extrañaré lo que hacíamos ayer... 
solo tengo miedo, miedo de que mañana se vayan... se que así tiene que ser y le pido a Dios cada día por que me ayude a guiarlas bien y enseñarles a volar... 
tengo miedo de que, si hoy me siento perdida, mañana que será de mi? 

Días como hoy... solo quiero tiempo, espacio, silencio, paz... certidumbre de que todo estará bien... y una copa de vino, o dos...

En conclusión = Podría vegetar mientras mis hijas están en el colegio y nadie se enteraría... podría ir a la luna, volando en mi escoba y nadie se enteraría, ni le importaría, siempre y cuando regrese a tiempo para que mi casa y mis hijas estén en donde deben estar, como deben estar, en el momento que debe ser...


Sin duda, como desahogo, esto de escribir y soltar, si me funciona...