jueves, 17 de diciembre de 2020

“DUENDE BUDDY...”

Hace mucho que no escribo... esta cuarentena de encierro no me deja mucho tiempo para mi, pero tengo algunas historias que quiero escribir, que quisiera guardar para que mis hijas algún día puedan leerlas, recordar y reír... que quiero compartir para reír a la distancia con cualquiera que me lea...


Seguro han escuchado el tema de los duendes de navidad... En mis tiempos de infancia no existían (creo). 

Yo me entere hace aproximadamente unos 5 años. Una amiga querida me platico de ellos por que en el colegio de sus hijos eran la sensación. Cuando me contó de ellos ya estaba muy cercana la navidad, asi que los duendes “tradicionales” ya no pude encontrarlos en ningún lado... pero esta madre que escribe, casi siempre encuentra la forma de sorprender a sus hijas, así que no pare hasta encontrar a nuestro duende familiar... 

Claro que yo lo encontré en Walmart (ssshhhh... aun es secreto por aqui). Así que era muy diferente, pero duende al fin y al cabo... es un poco mas grande y estaba sentado (pegado) a una escalera... No me importó, total, todos somos diferentes no?? 

Lo bautizamos con el nombre de Buddy y desde el primer día que lo conocieron ha sido increíble, en verdad lo quieren y lo esperan cada navidad...  


Este año, mis hijas ya tienen 8 y 10 años, pero siguen creyendo fiel y ciegamente en Santa, los duendes, la coneja de pascua, el ratón de lo dientes y quizá, hasta en el poder de los polvitos mágicos. 

Nuestro Buddy, por ser diferente físicamente, tambien es diferente al resto de los duendes que se dedican a hacer travesuras... este es un poco mas tranquilo y solo se esconde... cada mañana es una incógnita “en donde se encontrará Buddy??” Y a veces, les deja chocolates... 


Bueno, pensando en su llegada en este año especial, por supuesto que me dije “Buddy debe llegar con cubrebocas”. Así que manos a la obra, subí al ultimo piso de casa, me trepe a la parte mas alta del closet para sacar la bolsa mega clausurada con cinta canela, en donde se encontraba “escondido” nuestro duende familiar. Lo metí en nuestra bodega y le coloque un cubrebocas para probárselo. Claro que era uno de los que usamos nosotros, de esos desechables, tricapa, bla bla bla... dobladito como en tres partes para que le ajustara mejor. 

Total que, al dia siguiente me manda mensaje una mama amiga del colegio de mis hijas. Me pedía que por favor le hiciera en crochet unos cubrebocas a sus duendes... Yo, un poco sacada de onda, dije “un cubrebocas de crochet??, nunca lo he hecho, lo intento con gusto pero mira, por que no le haces como yo?” Le tomé una foto a nuestro Buddy con el cubrebocas y se la envíe 

Sus duendes son como los “tradicionales”, son mucho mas pequeños. Los cubrebocas que quería en crochet debían medir 2 cm por 3.5 cm... mínimos!!! así que un cubrebocas desechable, tricapa, bla bla bla, ni doblado en 5 les ajustaría... 


Ok.. sigo mi historia. 

Le dije “borraré la foto de mi duende de nuestro chat ahora que ya la viste, para evitar que mis hijas la encuentren”. 

Ahora, quiza por edad, quiza por encierro, quiza por que asi es la vida, mis hijas me piden mi celular... ya sea para enviar mensaje a sus abuelos o a algún amigo, para ver alguna foto que les tome o para ver otra cosa... asi que por eso pensé que debía borrar esa foto del chat.... PEEERO, olvidé por completo borrarla de mi carrete de fotos... es mas, jamás paso por mi cabeza que la foto se quedaría guardada entre todas mis fotos... 

Pasaron un par de dias.... yo ya había olvidado esa plática, incluso ya había hecho y entregado los mini cubrebocas de crochet, cuando llega mi hija menor y me dice “mamá, me prestas tu celular para buscar una foto que tome a mis perler beads??”... por supuesto que se lo presté sin pensar lo que vendría después... 

Claro, encontró la foto de Buddy con el cubrebocas!!!!

Llega junto a mi un poco sorprendida y me dice “mama porque esta Buddy aquí?, mira, si es Buddy no??”

Las piernitas me empezaron a temblar, mis pensamientos corrían como locos, desorganizados, gritando, de un lado a otro de mi cabeza, apareció un tic en mi ojo, se agitó mi respiración, taquicardia extrema... y mi primera reacción?? Claro, me enojé ! “Deja de revisar mis fotos!!” 

Justo en ese momento, mi pepe grillo interior apareció y me dio una cachetada interna para hacerme reaccionar... Sin dejar de temblar y aún con respiración agitada, le dije “es Buddy?? A ver, déjame ver... no se por que esta ahí !!, entre mis fotos... será que nos esta avisando que ya va a llegar??? Y mira! tiene cubrebocas!!!... debe ser como magia! Y ahora, como todo es vía zoom y tecnológico, quizá quiere avisarnos que ya llego!” 

Entonces, entra en escena mi hija mayor “a ver, comper, dame el telefono, déjame ver... yo les digo en donde está tomada la foto” 

No saben que estres de madre... 

Mi hija mayor de inmediato dijo “esta adentro de un closet! No, no, espera! Esta en la bodega, esa caja de atrás yo la he visto allá arriba!!” 

Intenté seguir el juego, lo más ecuánime posible... 

“Tu crees?? Estará arriba? Será que ya llegó??, vamos a ver!!” 

Tendrían que ver el nivel de emoción con el que subimos juntas... 

Y si, efectivamente, lo encontramos! 

Claro que después de eso, fuimos a desinfectarnos todos, por que había llegado desde quien sabe donde... 


Moraleja = la serenidad y paciencia nos permite pensar un poco mejor y encontrar soluciones rápidas.... pensar como niño siempre ayuda... la ilusión y emoción de los niños es IN-CRE-I-BLE! y contagiosa, compartirla con las hijas se disfruta al doble!! 


Este año... no me descubrieron y hemos disfrutado a nuestro duende tanto como desde el día que llego....

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