miércoles, 29 de enero de 2014

ENSEÑANZAS DE Mi HiJA...

Ayer que fui a recoger a mi niña a la escuela tenía contemplado pasar a la asociación de padres de familia, así que me arregle sólo un poquito más que de costumbre, no mucho más... Y cuando sale mi niña de su salón, antes de saludarme o despedirse de su Miss, me dice "mamaaa! Me encanta tu blusa, esta taaaan bonita". No puedo negar que mi primera reacción fue una gran sonrisa.... Sin embargo (ahí viene el pero...) mi niña no dejaba de decirme sorprendida lo bonita que me veía y lo mucho que le gustaba mi blusa, "te la regalaron en tu cumpleaños mama?... Es que me encanta!!!". No bueno, pase de la gran sonrisa a la depresión profunda, jaja! Entendí que mi hija esta acostumbrada a verme de pants y sudadera... Moraleja = mama ponte una linda blusa ocasionalmente... Esto, alegrara a tu hija y te levantara el ánimo... El resto de los días, sigue con tus pants, que son taaaan cómodos... Jaja! 
Ese mismo día, antes de ir por mi hija a la escuela, había pasado toda la mañana en casa reorganizando los muebles. Ya saben, hice un cambio de look de mis recamaras... Moví muebles, libros, juguetes, etc... No fue tarea fácil y por la tarde, ya con las dos hijas en casa, aún no lograba terminar. No digo que mi intención fuera acomodar todo esperando mantenerlo así, con dos hijas pequeñas, el orden no puede mantenerse. Sólo pedía la oportunidad de acomodar todo de forma inicial, y ya después mis hijas podrían sacar, mover, jugar... Pero es que no había terminado de acomodar en un lado cuando ya habían sacado cosas de otro lugar... Recogía allá y tiraban acá y entonces yo me volvía loca en la recogedera sin poder terminar de acomodar las cosas. 
Le decía a mi hija mayor "no, no, no!! No saques eso de ahí, espera que termine de acomodarlo!" Ella se me quedaba viendo con cara de "que le pasa a esta loca?" y se iba a jugar otra cosa. De repente, a los pocos minutos, regresaba y volvía a sacar lo que yo intentaba terminar de guardar y entonces volvía mi cantaleta "no, no, no!! No saques ahí, estoy tratando de acomodarlo" ... Ya la tercera ocasión, mi hija se levantó, se acercó a uno de los cajones y antes de abrirlo se voltea y me dice "mama, voy a abrir este cajón, pero no quiero que me digas -no, no, no (pero incluso cambio su tono de voz, intentando imitarme) no quiero que saques las cosas! ... A mi me gusta jugar y no me gusta que me digas eso"... Bueno, me dejo sin palabras! Ojos y boca en su máxima apertura... Y me sentí como una mosca recién apachurrada por un matamoscas... 
Así qué ahora me siento con el síndrome de "mama histérica y gruñona"... 
Mi hija me esta enseñando más de lo que le intento enseñar yo a ella... 

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