sábado, 2 de enero de 2021

“NUESTRA NUEVA TRADICIÓN FAMILIAR...”

Mi marido y yo, cada año pasamos 24 de diciembre con la familia de uno, 31 con la familia del otro y, al siguiente año, invertimos fechas. Este año “tocaba” 31 de diciembre de mi lado... pero por la pandemia, elegí no visitar a mi familia. Nos quedamos en casa. 

Creo que es la primera vez en toda mi vida que me quedo en casa, solo con mi familia nuclear, a celebrar un fin de año. 

Con tanto sentimiento acumulado, la pandemia, tantas restricciones, el prácticamente nulo contacto con la familia y amistades, una celebración no sonaba muy “atractiva” y a veces, no es sencillo encontrar impulso para animarse y animar al resto de la familia. 

Decidí que pondría lo mejor de mi parte para tener un final del 2020 lo mas agradable  posible para todos. 


Cociné casi con rosario en mano pidiendo que me quedara una rica cena... otros años, además de lo que yo podría cocinar, seguro habría mas de donde elegir. Si algo no me quedaba bien, siempre había alternativas.

Pensé también, que podríamos organizar una “noche de juegos de mesa familiar” para hacer algo divertido y lograr llegar a las 00:00,  brindar y comer nuestras uvas, que tanto entusiasman sobre todo a mis hijas.

Y, en una de esas noches de insomnio, encontré en pinterest una foto que proponía escribir 10 cosas por las que estuviéramos agradecidos y 3 cosas que apreciemos del otro 

Propuse entonces a mi familia, una semana antes de la noche del 31, que cada uno escribiéramos = 10 cosas que agradecer (o las que cada uno quisiera), 3 cosas que apreciaban de cada integrante de nuestra familia, sus propósitos y sus deseos para el 2021. Y, quien estuviera de acuerdo, podría compartirlo durante la cena.


Por un momento pensé que ninguno se acordaría, ni dedicaría parte de su tiempo a pensar en todas esas cosas que había propuesto... pero que creen? Todos hicieron su tarea!!!! 


Llego el 31 de diciembre... Nos arreglamos mucho mas que de costumbre y empezamos nuestra noche de juegos. Mi hija mayor había organizado,  en uno de sus gorros, múltiples papelitos con nombres de juegos (que tomo del programa “me caigo de risa”) y en otro gorro, otros múltiples papelitos con castigos para quien perdiera cada juego (un almohadazo, una nalgada, comer polvo de limón, comer chile Tajín... )

Sin duda pasamos un rato divertido, sobre todo por que mis dos hijas reían y disfrutaban tanto el momento que contagiaban su alegría a su papá y mamá. 

Después de cenar, empezamos, cada uno leía lo que llevaba escrito... todo lo que agradecía, lo que apreciaba de cada uno del resto de los integrantes de la familia, sus deseos y sus propósitos...

No tienen una idea de lo bonito que fue... lloramos y reímos todos! 

Lloradera de agradecimiento y amor... 

Fue una experiencia tan sanadora, reconfortante, enriquecedora... fue increíble!!! 


Enseñar a nuestras hijas y a nosotros mismos, a ser agradecidos, a reconocer lo que apreciamos y DECÍRNOSLO!!!, tener algún propósito en la vida... no tienen que ser 12, cada uno sabe y decide, pero sí tener en mente la importancia de tener un propósito, un objetivo en la vida, algo por que trabajar y luchar cada día. Y también muy validos, los deseos!!! Igual uno tiene que trabajar duro para conseguirlos

Bueno, aun recuerdo esa noche y sonrió... rellenó mi corazón... recargo mi batería... 

Sin duda me hizo mucha falta mi mamita.. mis hermanos, sobrinos, cuñados... toda mi familia... pero logre el objetivo = tener y dar a mi familia nuclear, un feliz final del 2020 

Mis hijas me dicen “mama, la pasamos increíble el 31”... eso es lo que quiero que guarden en sus recuerdos, en su memoria de infancia... 


Y, desde el 2020, la nueva tradición de esta familia será esa = cada fin de año, escribiremos y nos compartiremos lo que agradecemos, lo que apreciamos, lo que nos proponemos y lo que deseamos....  


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