Cuando me llegó la propuesta de matrimonio fue, en su momento, lo mejor que podía haberme pasado... Justo cuando creí que me quedaría "para vestir santos" llegó el amor a mi vida...
Al mismo tiempo me sentía agotada de mi rutina laboral. Despertaba muy temprano siempre, arreglarme linda aun sin ganas, salir al frío (siempre hacía frío) y correr para checar a tiempo.
Mi trabajo no me gustaba, me encantaba. Es solo que uno cae en rutinas que a veces parecen ser fastidiosas y cree que podría haber algo mejor por hacer.
Así que, cuando llego mi príncipe azul, no lo pensé... así como lo escribí = no lo pensé. Simplemente me dije y me convencí de que renunciar a mi trabajo era la mejor y única opción.
Hoy que lo escribo pienso, por que no pedí una transferencia?, un cambio de plaza?, una alternativa?... no se!!!
Para mi, en ese momento, lo importante era mi cambio de vida, lo cual implicaba un cambio de residencia y, la planeación de mi boda... estaba enamorada
Una vez en mi nuevo hogar, mi marido se reincorporó a su vida laboral acostumbrada... y yo, sufrí una transformación inmediata, inesperada, indescriptible. Fue como si alguien hubiera encendido el "tic-tac" de mi reloj biológico, y lo puso en el volumen más alto! Lo escuchaba todo el tiempo.
No podía dejar de pensar en que quería no uno, sino dos bebes! Y que ya no era tan joven...
Recuerdo perfecto que, cuando era estudiante de medicina, nos hacían mucho hincapié en que 35 años ya se consideraba "mujer añosa" y había más riesgos de complicaciones en un embarazo... bueno, yo tenía 34.6 años cuando me case... en septiembre.
Llegó el mes de diciembre y, después de 2 meses y medio de casada, empezaba a sentir cierta desesperación. No sabía si debía esperar sólo para embarazarnos, si debía intentar regresar a trabajar, si debía buscar alternativas o dedicarme exclusivamente a mi casa... No niego que era cómodo... recién casada, no tenía responsabilidades, no tenía preocupaciones, pero eso me dejaba mucho, mucho, mucho tiempo ociosa, solo para pensar...
Decidí intentar regresar a mi trabajo. No en la misma sede, porque ya me había mudado, pero si en el mismo hospital (hay muchos, casi uno en cada estado). Solo que éste, me quedaba realmente lejos de casa...
El 22 de diciembre mi prueba de embarazo resultó positiva... inexplicable la sensación... y, a partir de entonces, me convertí en mama... sin saberlo, sin darme cuenta... olvide que era doctora...
Cuando empezó el nuevo año, en enero, respondieron mi solicitud de empleo, me hablaron de recursos humanos del hospital. Iniciamos la conversación platicando sobre lo que hacía anteriormente y llegamos al tema importante = mi reciente y feliz embarazo...
Suave y discretamente me dieron algo así como una "cachetada con guante blanco"... sutilmente me dijeron que no era opción contratarme... y, como para mi lo importante en ese momento era mi bebe, pues no le di importancia al rechazo y discriminacion...
Nació mi beba y... no fue fácil...
Los desvelos del internado, la residencia, no eran nada...
El estrés de las urgencias médicas, no eran nada....
La angustia de tener un paciente de difícil diagnostico, de difícil control, no era nada...
Madrugar diariamente para llegar a tiempo al checador del hospital, no era nada...
No eran nada comparado con ser mama primeriza. Que si llora, que si no llora, que si frio, que si calor, que si diarrea, que si esteñimiento, que si hipo, que si bizco, que si fontanela, que si uñas largas, que si reflujo, que si respira, que si tiene tos, que si el baño, que si, que si, que si....
Desde que llegó mi beba a casa, no dejaba de llorar... ahora parece que mi cerebro lo ha olvidado, pero no es así, solo que ese recuerdo ha sido cubierto por otras preocupaciones y pendientes. Me recuerdo sentada sola con mi beba, en medio de la cama, en la madrugada, solo abrazándola, porque no dormía y no dejaba de llorar. Y cuando lograba dormirse, me daba miedo quedarme dormida yo y no escucharla... Mi esposo se cambiaba de cuarto porque debía trabajar al día siguiente. Pero yo también! También tenía que levantarme a trabajar con mi hija al dia siguiente y todos los dias...
Empezó el tema de la alergia a la proteína de la leche... me prohibieron lactarla.
Juro que en mis tiempos de estudiante, jamás vi tantos casos de alergia alimentaria, jamás!!! Cambié de pediatras, cambie de formulas, intentaba sacarme la leche y hervirla como me indicaron, cuando intenté pegarme a mi hija al pecho obvio, ella ya no quería, salía muy poco y a mi me dolía!, me dolía horrible... en una escala de 0-10 a mi me dolía 25!! Si, tengo baja tolerancia al dolor, pero no fingía, me dolía.... me sangraba... eso, mas el desvelo, mas los llantos continuos, más el miedo de creer que algo no está bien y sentir que nadie me entendía ... fue muy feo...
Mi marido ya alucinaba cuando le decía que buscaría otra opinión medica...
Perdí amistades, incluso familiares, que siendo médicos nunca respondieron mi llamada de ¡AUXiLiO!!!
Mi mamá nos visitaba a veces. No por falta de ganas, sino por respetar el espacio de mi matrimonio. Y cuando estaba conmigo, pasábamos la noche en vela juntas, en la sala.... una cargaba a la beba y la otra se sentaba a descansar un poco... y así fue pasando el tiempo
Luego llegó mi segundo embarazo. Lo deseábamos y lo buscamos, yo con 37 años. Cuando nació mi segunda bebe, la primera tenía 1 año 10 meses. Tenía 2 bebes!! 2 con pañal, 2 con chupon, 2 con biberón, 2 que querían ser cargadas, 2 que querían mama solo para ellas...
Metí a mi primera hija a prematernal, para tener un poco de espacio y tiempo para la bebe... difícil, muy difícil decisión...
Para entonces había pasado 3 años sin ejercer mi profesión...
Hoy no se decir si la segunda hija fue mas tranquila por genética, si yo ya estaba un poco mas preparada para lo que venía, si estaba tan cansada que ya no reaccionaba igual
No se si la primera hija realmente vino a este mundo con alergia o yo hice algo mal por alguna mala indicación medica... o si simplemente yo era más aprehensiva de lo que conocía y no supe manejarlo..
No se!!! Hice lo mejor que pude en su momento...muchas veces siguiendo solo mi instinto... y desde luego que el ser medico me ayudó... a detectar focos rojos, a no quitar el dedo del renglón cuando mi instinto decía que algo no estaba del todo bien, a cambiar de médico cuantas veces creí necesario por estar en desacuerdo con sus opiniones medicas... el espíritu medico siempre estuvo conmigo...
Hoy, han pasado 7 años sin ejercer mi profesión...
7 años!!!
Una cree que con los hijos, conforme pasa el tiempo, tendrá mas libertades y tiempo personal. NADA MÁS LEJOS DE LA VERDAD!!! Los hijos cada vez requieren más atención, mas trabajo, mas preocupaciones y ocupaciones... Si uno quiere ser mama exclusiva... igual podría ir a depositar a mis hijas con algún cuidador todas las tardes y tener tiempo para mi... cada quien decide que hace con su tiempo, con sus hijos y con sus medios... cada quien habla según cómo le va en la feria.
Yo, decidí ser mama de tiempo completo y, repentinamente, así como una vez se encendió el reloj biológico en mi interior, en el volumen mas alto, así se ha encendido ahora un no se que, mi medico interior...
Es una profunda tristeza, con frustración y enojo...
Si, me quede en casa a ser Mama Exclusiva... porque así lo decidi, porque así lo quise y porque, gracias a Dios, tengo un marido que puede encargarse solo de la manutención de la familia pero... nunca nadie se acerco a decirme ¿que harás con tu profesión? ¿Nunca mas ejercerás? ¿Porque no te dedicas a tomar cursos ocasionalmente? ¿Porque no haces una maestría? ¿Porque no buscas poner tu consultorio?
No se!!! Quizá hubiera hecho caso omiso, quizá me hubiera enojado, quizá le hubiera dicho no seas metiche, pero también quizá me hubiera abierto los ojos y hubiera seguido un camino diferente
Por que no se me ocurrió a mi???
Recientemente me agregaron a uno de esos famosos grupos de facebook. Este se llama "Mamás Doctoras". Inicialmente me dio mucho gusto y emoción, sentimientos que duraron muy poco porque empece a leer que el 98% son mamas de 1, 2, 3 hijos y además trabajan en institución en la mañana, consulta privada en las tardes, guardias los fines de semana...
Platican anécdotas de hospital, de pacientes...
Ponían fotos de pijamas quirúrgicas y batas hermosas y yo ya a punto de salir corriendo a comprarme una para mi!!!! Para que??? Por que???
En fin, ha sido una dura batalla interna.
El ser mama exclusiva no es nada facil y después de cierto tiempo, todos dan por hecho que lo qué haces es tu deber, no es tu trabajo. No tienes de que quejarte, no es tan cansado como salir a trabajar a la calle...
La realidad es que ser mama te aísla del mundo, pierdes amistades, eres juzgada por lo qué haces o por lo que no haces, te agota al extremo, siempre tienes duda de estar haciendo lo correcto, de dejar huellas equivocadas en tus hijos, siempre te acuestas agotada y con miles de remordimientos, porque decidiste lavar los trastes en lugar de jugar, porque cuando llegaste al cuarto a leerles, ya estaban dormidas, porque gritaste todo el dia para llegar a tiempo a la escuela, a la natacion, al baile, a bañarse, a dormirse.... porque hoy me digo "me perdono, mañana seré mejor mama" y cuando llega mañana, no puedes ni levantarte de la cama de lo cansada que estas... porque ellas siempre tienen energía, siempre quieren jugar, siempre quieren que tú estés con ellas y yo, solo necesito espacio para mi, un hueco para hacer justo lo que quiero hacer... porque las horas del dia no son suficientes para ir al super, cocinar, dar de comer, hacer tareas, bañar hijas, leerles, NO ALCANZAN LAS HORAS!!! Y siempre falta algo por hacer, algo para ellas, algo para la casa, algo para mi... y porque no importa si es lunes o sábado, dia escolar o vacaciones, aquí o en china, mama tiene que hacer la chamba de mama siempre...
Y además de todo lo horrible dicho anteriormente, una madre se siente mal con ella misma, no es productiva, no recibe un sueldo, no tiene prestaciones, ni vacaciones pagadas y asi yo, me siento estancada, minimizada... mucama de mi casa...
Que sea madre por decisión y por amor no significa que no extrañe mi profesión....
que ame ser madre no significa que no me sienta agotada, frustrada y enojada...
Pero no se puede todo... ya aprendí
Ser mama exclusiva, es eso = EX-CLU-Si-VA... no dejaré a mis hijas al cuidado de nadie mas... cada día qué pasa ellas necesitan un poco mas de mi, si no son dependientes físicamente, lo serán emocionalmente y, aunque estoy convencida de que les daré alas para volar sin remordimientos en su momento, estaré con ellas en sus momentos más difíciles , para abrazarlas, escucharlas y seguir creciendo con ellas....
Esa es mi decisión, otra vez.... soy madre exclusiva por decisión y seré doctora solo en mi interior... por pasión, por amor...
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