Hay situaciones de la vida que son "privaditas" y a veces preferimos guardar silencio o bien, hacerlas chuscas y mejor reír que llorar... como lo que le paso "al primo de un amigo", ya saben no???
Bueno ese tipo de situaciones también ocurren y de manera exponencial, cuando uno es madre...
Hace unas semanas, un domingo familiar feliz, sin planes aparentes, salimos a un centro comercial. Ibamos a hacer un tramite especifico que realizamos muy rápido, así que decidimos pasear. Se me cruzo una estética infantil y, aunque no lo tenia programado, pensé que era buen momento para un corte de pelo a mi hija menor (ya le urgía!).
En cuanto comente "que tal si nos cortamos el pelo?!!!" la primera que dijo "si, yo quiero!!" fue la mayor. Aunque no era necesario cortarle a ella, pensé que si la pequeña veía a su hermana feliz, pues se sentaría sin problemas.
Hicimos "cola", era como si a todas las mamas se les hubiera ocurrido el corte de pelo de sus hijos, al mismo tiempo que a mi...
Finalmente llego nuestro turno. Senté a la pequeña y di las indicaciones para el corte y luego la mayor, lo mismo... el lugar, que era "estrecho", estaba lleno... hijos pequeños en las sillas, cada uno con su tele y su película favorita, mas la persona que le cortaba el pelo, mas la mama y a veces hasta el papa y algún hermano... o sea, éramos como chícharos en lata... la temperatura empezaba a subir!!! cuando inesperadamente me llama quien le cortaba el pelo a la mayor y lo mas discretamente posible me dijo "señora, su hija tiene liendres, no puedo cortarle el pelo"... El mundo se detuvo por un momento... QUE?, QUE?, QUEEEE????? Que dijo??? no, espere, no lo repita otra vez!...
El calor interno subió, el color de mi cara paso de pálido a rojo cereza y mi corazón latía rápidamente... "piensa, piensa... que hacemos ahora?"... No, fue horrible, de verdad... ahora me rio un poco, solo un poco, pero ese día hubiera querido mover la nariz y ser teletransportada junto con mi familia a otro sitio... y mi hija mayor, era la mas emocionada por que le cortarían el pelo!!!!
Le dije a la señorita, "al menos pongamosle las ligas nuevamente" y, en un dos por tres, mi hija entro y salió, con cara de "ya? de verdad? tan rápido??" y con toda la inocencia que tiene, salió con su papa "mira papá, súper rápido y quede guapísima!!! le gane a mi hermana"...
Honestamente, en ese momento comencé a sentir comezón por todo el cuerpo, principalmente en la cabeza y por un momento cruzo por mi mente "si la grande tiene inquilinos en la cabeza, seguro la pequeña y la mama y el papa también". No dije nada y espere a que terminara el corte de la peque. Todo iba bien, la hija tranquila, el corte casi terminaba y al momento del peinado, justo cuando le divide el cabello para hacerle una colita, que creen???? si, me encontré a un GRAN inquilino... mi peque güera y tenia a ese mendigo negrito, tan negro que no había forma de esconderlo... Bueno, mi pena se incremento como dije, exponencialmente... No tuve mas remedio que quitárselo y decirle a la persona que le atendía, si, es un PiOJO!!!!!... casi con lagrimas en los ojos y la pena elevada a su máxima potencia, le dije "auxilio, que hago??". Me dio algunos consejos como "consiga el shampoo del guau guau, el shampoo comercial no sirve... bla, bla, bla" yo, realmente ya no escuchaba, lo que quería era salir de ahí ya!... terminamos, pague, sonreí y salí corriendo...
Quería llorar...
Ya saben, una mama empieza a pensar ¿como, porque, en que momento ocurrió, que hice mal... quien fue el/la mendig@ culpable de contagiarla?... y ahora, quien podrá ayudarme?
En fin, terminamos en una clínica spa de cabezas!! Ni idea de que eso existía... Y solo para descargar mi furia, tristeza, estrés y frustración déjenme comentar que ese día, ademas de pasar hooooraaas eternas ahí, pague lo que Santa se hubiera gastado en el regalo que siempre he soñado... Una fortuna para matar piojos y liendres!!!! ... Salimos de ahí "emanando" "despidiendo" y "saludando también" un penetrante aroma de "productos naturales" aplicados a nuestra cabeza. Yo iba manejando en silencio, haciéndome un coco wash, imaginando que me había consentido con un delicioso spa aromático, en donde me dieron un rico masaje de cabeza...
Ahora que han pasado algunos días, ya mas tranquila, he pensado que esto sucede "hasta en las mejores familias" y empiezo a creer que debería usar mi historia como testimonio y poner mi clínica spa de cabezas...sin duda, sería un buen negocio...
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